martes, 3 de noviembre de 2015

                                                         
                                          Lectura teatralizada

El teatro leído consiste en la lectura dramatizada de textos teatrales que tan solo exigen una mínima adaptación para ser representados con la ayuda fundamentalmente de la palabra, a cualquier edad, únicamente con la condición de un dominio lector a niveles aceptables, y en múltiples espacios, que se pueden transformar de su cotidianeidad a la condición de escenario. Tal vez sea esta una definición acertada por simple, pero efectiva, del término.
El teatro en general, y el teatro leído en particular, es un excelente instrumento de acción educativa, social y cultural, una estrategia privilegiada de animación sociolingüística y a la lectura, favorecedora de aficiones a las artes escénicas y tremendamente lúdica.
Estas potencialidades lo facultan como herramienta versátil y de fácil aplicación para ser desarrollada en contextos escolares, de tiempo libre y socioculturales en general, con carácter intergeneracional y por toda una amplia variedad de agentes sociales, educativos y culturales.
El gran público puede recordar cómo décadas atrás era testigo y fiel seguidor de seriales radiofónicos que permanecen en el imaginario afectivo de varias generaciones y que son un ejemplo mediático de la aplicación práctica de esta modalidad interpretativa, como lo ha sido, con otros objetivos de carácter sensibilizador y crítico, el teatro social y del oprimido, con autores como Paulo Freire o Augusto Boal.


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